Nº 1.633 – 18 de Octubre de 2015
El sufrimiento del cristiano como participación en los padecimientos de Jesucristo es algo poco considerado en la cristiandad evangélica de nuestros días. Estamos copados por el ruido ensordecedor que algunos llaman alabanza. También podríamos calificarlo en jerga castiza como “mucho ruido y pocas nueces”. El presbiterio, es decir, el estrado Leer más…