Nº 1369– 5 de Septiembre de 2010

Los humanos generalmente no reaccionamos ante la realidad, sino ante las ideas que tenemos de las cosas. Un grupo de excursionistas quedaron atrapados en un lugar desértico, y como no tenían más víveres que unas latas de conserva cuyo plazo de caducidad ya había pasado, decidieron darle a comer a Leer más

Nº 1368– 29 de Agosto de 2010

La verdadera obediencia a Dios es un regalo del propio Señor, quien nos cubre con su manto de justicia. La verdadera obediencia es la respuesta del corazón agradecido por la salvación que Dios Padre nos da en Jesucristo su Hijo por medio del Espíritu Santo. Las obediencia externa, el legalismo, Leer más

Nº 1367– 22 de Agosto de 2010

¡Qué hermoso es descubrir que estamos obedeciendo a nuestro Señor de forma natural, espontánea e impulsiva! ¡Qué alegría tan inmensa vernos a nosotros mismos obedeciendo al Señor como respuesta de amor y gratitud a Aquél que dio su vida por nosotros, sin que jamás podamos ser merecedores de ello! ¡Qué Leer más

Nº 1366– 15 de Agosto de 2010

Jesucristo nos redimió, es decir, pagó el precio del rescate de nuestra libertad del pecado y sus consecuencias: “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo aquel que es colgado de un madero)”. (Gálatas 3:13). Ahora bien, Cristo no nos Leer más

Nº 1365– 8 de Agosto de 2010

Nadie puede herirnos tanto ni tan hondamente como nosotros mismos. Es alarmante la manera en que muchos, comprendidos algunos cristianos, se hieren a sí mismos, se autocastigan, autominusvaloran y autodescalifican. La verdadera libertad se manifiesta sobre todo en que nadie puede herirnos si nosotros no queremos. La experiencia de la Leer más

Nº 1364– 1 de Agosto de 2010

La idea de la Cruz de Cristo es una auténtica locura para un corazón no regenerado por el Espíritu Santo. Es incomprensible la visión de Dios en un tabernáculo de carne ocupando el lugar del pecador en un instrumento de tortura y muerte como es la Cruz. Y, sin embargo, Leer más

Nº 1363– 25 de Julio de 2010

¿Cuáles son las condiciones que Dios nuestro Señor ha establecido para el perdón? Primeramente, debemos confesar nuestros pecados: “Si confesamos nuestros pecados, el Señor es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.” (1ª Juan 1:9). Así es como el propio Dios, en su bondad y Leer más