Año 2010
Nº 1362– 18 de Julio de 2010
Las cárceles están llenas de personas aparentemente arrepentidas. Pero una cosa es sentirse triste por haber realizado acciones punibles, y otra muy distinta es arrepentirse, es decir, sentir dolor por el daño hecho y darnos la vuelta para emprender un nuevo camino de la mano del Señor. Una cosa es Leer más…