Nº 1550– 16 de Marzo de 2014
Muchos son quienes creen erróneamente que si en verdad amáramos a Dios, querríamos hacer su voluntad. Pero lo cierto es que lo contrario es muy frecuente. Teresa de Lisieux (1873-1897) escribía a su hermana estas palabras: “¡Qué gracia cuando, al levantar por la mañana, no sentimos valor, ni fuerzas para Leer más…