Nº 1546– 16 de Febrero de 2014

Publicado por CC Eben-Ezer en

En el mundo de los negocios, la dirección suele enfocar su atención en aquello que no va bien, en determinar quién es incompetente en la realización de su descripción de funciones, y quién pierde el tiempo miserablemente. El énfasis directivo anticuado solía y suele enfocarse en la corrección de errores.

Sin embargo, en la cultura anglosajona el énfasis del Management radica en la búsqueda de quienes realizan sus funciones bien y son competentes en su trabajo. No sólo ha demostrado este estilo gerencial ser mucho más eficaz, sino que ha facilitado inmensamente la labor de la gerencia y mejorado sus resultados.

Cuando en nuestra vida actuamos como los caducos gerentes que creen que su labor primordial es buscar faltas, fallos y errores en sus subordinados, y nos dedicamos a buscar y ver las faltas de los demás, no sólo nos privamos de disfrutar de la vida y la convivencia, sino que se borran los rasgos humanos de aquellos con quienes nos relacionamos. Sus rostros quedan ocultos bajo nuestra apreciación de sus faltas, errores o carencias.

Cuando queramos nutrir en nuestro interior ese amor que Dios regala en abundancia, y muy especialmente cuando nuestra vieja naturaleza pretenda poner ante nuestros ojos las faltas de los hermanos, busquemos sus virtudes y buenos propósitos, por cuanto los fallos de los otros actúan poderosamente emborronando la visión de los demás, y nos arrastran por el camino que separa de la comunión con Dios, la cual siempre pasará indefectiblemente por nuestra comunión con los hermanos.

La búsqueda de las virtudes en los demás siempre será un esfuerzo que nos recompensará.

No juguemos a ser jueces, ni abogados, ni fiscales, ni investigadores policiales. Sólo somos pecadores arrepentidos y cristianos por la Gracia de Dios nuestro Señor.

Muchos amor.

Joaquín Yebra,  pastor.

 

Categorías: Año 2014