Nº 1.844 – 3 de Noviembre de 2019
“Pero cuando los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas, los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra. Por eso llamó el nombre del pozo Esek (Esto es, Contención)porque habían altercado con él. Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él; y llamó su nombre Sitna (Esto es, Enemistad) Y se apartó de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él; y llamó su nombre Rehobot (Esto es, Lugares abiertos) y dijo: Porque ahora el Señor nos ha prosperado, y fructificaremos en la tierra” (Génesis 26:19-22)
‘Rehobot’ en hebreo significa Espacios abiertos o Lugares amplios y espaciosos. Los pastores habían discutido por una y otra causa y de la pelea se llegó a la enemistad. Así que se alargó la distancia y los siervos de Isaac abrieron otro pozo y ya no hubo discusión. El nombre de este último es una declaración que expresa la idea de la bendición concedida por Dios al darle a Isaac y a su gente, una tierra amplia donde moverse sin molestar ni ser molestados. Todos los pastores necesitaban espacio suficiente para ser fructíferos sin pisarse el terreno unos a otros.
Cuando estamos cortos de espacio, éste nos limita. No podemos crecer, desarrollarnos ni extendernos si no hay manera de conquistar más tierra. Y así veo yo muchas veces a Eben Ezer. Una congregación no pequeña en un espacio bastante pequeño. La falta de sitio nos impide crecer como iglesia local. No podemos acoger a más personas si no ensanchamos la tienda para poder atenderles. Creo que ha llegado el momento de buscar un lugar mayor para reunirnos y realizar todas las actividades y ministerios que ya existen y los que el Espíritu nos mostrará. Si es así la voluntad del Padre, pronto encontraremos el sitio adecuado, el lugar amplio donde movernos en paz. Oremos y pidamos al Señor que nos conceda y nos muestre nuestro Rehobot. Amén.
Pastor Antonio Martín Salado