Nº 1.827 – 7 de Julio de 2019
“En mi puesto de guardia estaré, sobre la fortaleza afirmaré el pie. Velaré para ver lo que se me dirá y qué he de responder tocante a mi queja. Jehová me respondió y dijo: Escribe la visión, grábala en tablas, para que pueda leerse de corrido. Aunque la visión tarda en cumplirse, se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará. Aquel cuya alma no es recta se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. Además, el que es dado al vino es traicionero, hombre orgulloso, que no prosperará; ensancha como el seol su garganta y es insaciable como la muerte, aunque reúna para sí todas las naciones y acapare para sí todos los pueblos.
¿No entonarán todos estos contra él refranes y sarcasmos? Dirán: ¡Ay del que multiplicó lo que no era suyo! ¿Hasta cuándo seguirá acumulando prenda tras prenda?
¿No se levantarán de repente tus deudores y se despertarán los que te harán temblar? Tú serás como despojo para ellos. Por cuanto has despojado a muchas naciones, todos los otros pueblos te despojarán a ti, a causa de la sangre de los hombres, y de las violencias hechas en la tierra, a las ciudades y a todos los que en ella habitaban.
¿Ay del que codicia injusta ganancia para su casa, para poner en alto su nido, para escaparse del poder del mal! Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos y has pecado contra tu vida. Porque la piedra clamará desde el muro y la tabla del enmaderado le responderá.
¡Ay del que edifica con sangre la ciudad y del que la funda sobre la maldad! ¿No viene esto de Jehová de los ejércitos? Los pueblos, pues, trabajarán para el fuego, y las naciones se fatigarán en vano. Porque la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar.” ¡¡AMÉN!! (Habacuc 2:1-14)