Nº 1.824 – 16 de Junio de 2019
“¿De qué sirve la escultura que esculpió al que la hizo, la estatua de fundición que enseña mentira, para que el artífice confíe en su obra haciendo imágenes mudas? ¡Ay del que dice al palo: “Despiértate”; y a la piedra muda: “Levántate”! ¿Podrán acaso enseñar? Aunque está cubierto de oro y plata, no hay espíritu dentro de él. Mas Jehová está en su santo Templo: ¡calle delante de él toda la tierra!” (Habacuc 2:18-20)
La idolatría es uno de los pecados de esta tierra española. La pasada romería del rocío ha reunido un millón de personas en la aglomeración más grande que se da en toda Europa. No cabe duda: España sigue sumida en la tradición más ignorante y contraria a las Sagradas Escrituras. Mientras tanto, la violencia de todo tipo y primeramente contra la mujer, sigue ocupando cada vez más tristes y horribles noticias en los telediarios. El enemigo ¡Dios le reprenda! Se quiere cebar con esta nación, uno de los últimos bastiones de la iglesia de Roma y donde ésta todavía no ha perdido a muchos fieles para engrosar las listas de las iglesias evangélicas después de descubrir los múltiples engaños del catolicismo. Pero el tiempo se acorta y el despertamiento a la verdad de este pueblo español se acerca. Igual que en las Américas de habla castellana, muchos han conocido al Señor Jesucristo y han llegado a las congregaciones “protestantes”. Un fenómeno parecido se va a producir entre los españoles que buscan con sinceridad a Dios. El Señor está en su santo Templo y hará todo lo que se propone. Nosotros debemos cerrar más nuestros labios para no hablar de lo que no sabemos y estar expectantes al juicio y la acción de Dios sobre esta nación pecadora e ignorante. El Señor va a actuar pronto. Contemplemos boquiabiertos la obra poderosa del Señor. Los cimientos de esta nación van a temblar aún más. Y nosotros, los cristianos, ¿nos mantendremos unidos cuando la tierra tiemble?
Mucho amor.
Pastor Antonio Martín Salado