Nº 1.801 – 6 de Enero 2019
“El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Y volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro), ¿dónde moras? Les dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron con él aquel día; porque era como la hora décima.” (Juan 1:35-39)
Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. El Hijo de Dios que puede liberar a los hombres (pecadores) de su enfermedad autodestructiva. ¿Cuántos en este año van a escuchar esta verdad y van a seguir los pasos de Jesús para tener un encuentro personal con él? Van a ser muchas mujeres y hombres, niñas y niños, jovencitas y jovencitos los que en este recién estrenado 2019 van a quedarse con Jesús comenzando una nueva vida con él. En todo este planeta Tierra habrá multitudes que encuentren el hogar del Padre entrando en amistad con el Maestro.
A nosotros nos corresponde anunciar al Cordero de Dios y el Espíritu Santo se encargará de atraer a las personas al Señor Jesús. Este puede ser el año de Cristo si tú y yo nos tomamos en serio el morar con Jesús, el habitar en él, el vivir en obediencia al Señor Jesucristo. Dejando todas las demás cosas en un segundo plano, volvamos a colocar al Mesías en el lugar que le corresponde: el trono de la vida.
Vayamos nosotros en este 2019 al encuentro con Jesús y llevemos también a otros con nosotros. Él nos espera con los brazos abiertos.
Feliz y bendecido 2019: El año de Cristo.
Pastor Antonio Martín Salado