Nº 1.664 – 22 de Mayo de 2016

Publicado por CC Eben-Ezer en

Con Cristo Jesús caminamos del “menos” al “más”, y descubrimos que la fragilidad es el inicio de la fuerza.

Con la mirada en Jesucristo comprobamos que la duda es la búsqueda de la fe…

Que la caída es el origen del levantarse para proseguir…

Que la ignorancia es el primer grado del saber…

Que la rebeldía es el motivo de la futura sumisión…

Que el egoísmo es el primer paso del amor…

Que la noche es la matriz donde se gesta el día…

Que todas las montañas se elevan a partir de la llanura…

Que toda bonanza llega después de la tempestad…

Que la primavera nace del invierno…

Que el sol aparece siempre tras la oscuridad…

Que sentimos y gozamos más del descanso después de la fatiga…

Que el encuentro con el ser amado es más dulce tras la nostalgia de la ausencia…

Que el orgullo es la cuesta que desciende hasta la humildad…

Que gozamos más del silencio después de griterío…

Que mirando hacia la meta no se torcerá nuestro surco…

La ruta no se convertirá en derrota si caminamos con la mirada puesta en Jesucristo.  Si hemos comenzado a ascender por la senda de la virtud, del perdón y la reconciliación con Dios, con nosotros y con los demás, no miremos hacia atrás.

Pongamos a nuestro corazón la defensa de la fe y de la esperanza. Al final del camino nos espera con sus brazos abiertos el que nos amó de tal manera que entregó a su Hijo Unigénito, para que no perezcamos, sino para que seamos salvos fiándonos de Él con todo nuestro corazón.

Mucho amor.  Joaquín Yebra,  pastor.

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