Nº 1415 – 24 de Julio de 2011

Nicódemo se acerca a Jesús de noche; lo mismo hacen muchos otros religiosos que temen ser asociados al carpintero de Nazaret, y le visitan envueltos en las sombras para no dañar su reputación. Los hay hasta el día de hoy. Son las mujeres de la calle las que se aproximan a Leer más

Nº 1413– 10 de Julio de 2011

Jesús nos ha dicho que Él es la verdad. Nosotros entendemos por “verdad” lo que es auténtico; y no nos equivocamos al entenderlo así. Pero “verdad” es también lo que está escondido, oculto, y sale a la luz, mostrando lo que siempre ha estado ahí, pero no hemos podido verlo. Leer más

Nº 1412– 3 de Julio de 2011

Jesús nunca perdió una sola oportunidad de encontrarse con el hombre, y siempre en su necesidad. Lo más extraordinario de Jesús es su presencia, por encima de sus palabras, de sus enseñanzas, que sin Él sólo serían letra. Por eso Jesús no ofrece métodos, claves, fórmulas, sistemas, programas, esquemas, credos, Leer más

Nº 1411– 26 de Junio de 2011

¿Cómo ha podido el Verbo de Dios, uno con el Padre, encarnarse en el vientre de la doncellita Myriam, latinizada “María”? ¿Cómo ha podido el Creador del Universo venir hasta nosotros en semejante pequeñez? ¿Cómo puede el Infinito hacer acto de presencia en un cuerpo humano, por naturaleza “finito”? ¿Cómo Leer más

Nº 1410– 19 de Junio de 2011

¡Cuántos esfuerzos han hecho y siguen haciendo muchos hombres y mujeres por aparentar ser verdaderamente extraordinarios, especialmente los políticos y los religiosos! ¡Cómo les gusta a todos cuantos participan en este grotesco desfile vestirse o revestirse con entorchados y hacerse tocar bombo y platillos para impresionar a los más sencillos! Leer más

Nº 1409– 12 de Junio de 2011

Cuando decimos, conforme nos enseñan las Sagradas Escrituras, que Jesús es el Hijo de Dios, y también el Hijo del Hombre, muchos han creído ver en estas expresiones dos grandes contradicciones. Sin embargo, nada más lejos de la realidad de la revelación bíblica. Esta contradicción aparente solamente existe, como en Leer más

Nº 1407– 29 de Mayo de 2011

Jesús dijo que Abraham vio su día, y se regocijó grandemente. Y partiendo de ese principio, podemos afirmar que Jesús vio tu día y mi día, y también se regocijó grandemente. Esto es difícil de explicar en nuestro tiempo y con nuestros paradigmas verbales, que, naturalmente, responden a nuestra cultura Leer más