Nº 1.808 – 24 de Febrero de 2019
Cristo es el gran desconocido para la mayoría de los españoles jóvenes. Aún las personas más mayores han tenido alguna noción sobre Jesús por su contacto con la iglesia de Roma, pero cada vez son más las personas en España que no saben quién es Jesucristo. Es un desconocimiento total el de una gran parte de la sociedad española. Pero esto va a cambiar si los cristianos que vivimos en España (hayamos nacido o no aquí) nos tomamos en serio el compartir a Cristo con los demás.
Nunca en España, generalmente hablando, se ha conocido al Cristo de los evangelios, sino al Cristo de los crucifijos y los pasos de semana santa. Siempre un Cristo muerto, yacente en un ataúd de cristal, como lo paseaban por el pueblo donde viví mi infancia. Está pendiente todavía, la revelación del Cristo Vivo a todos los pueblos que viven en España.
Gracias a los hermanos y hermanas de Latinoamérica y de países del Este, cada vez más personas que vivían en España han conocido personalmente al Señor Jesús. Pero en este momento se va a dar un crecimiento mucho mayor en las congregaciones cristianas acá. El ciudadano medio está preparado para escuchar atentamente el mensaje liberador de Cristo. Los jóvenes están preparados, y los niños… siempre lo estuvieron. Por esta razón, tenemos que levantarnos como parte del cuerpo del Señor en esta nación y, sin ningún temor, dar testimonio del amor de Dios.
Urgen vidas transformadas por el Espíritu de Cristo que afecten decisivamente a muchas otras vidas sin esperanza de cambio. Urgen, se necesitan cristianos 100% consagrados a un seguimiento total en su forma de vida para alcanzar a muchos que no saben ya qué seguir. Urgen pequeños y humildes ungidos con el Espíritu Santo para ser edificados como casa espiritual, formando Dios una iglesia que cumpla los mandamientos enseñados por Jesús y que constituyen el reino de Dios. Si amamos a Jesús guardaremos sus mandamientos. Si amamos al mundo, guardaremos los mandamientos injustos y mentirosos de este sistema. Sólo vidas verdaderas, auténticas y genuinas, impulsadas y direccionadas por el Espíritu de Cristo, traerán el tan esperado avivamiento a España.
Desenterremos al Cristo olvidado de los españoles, al Jesús totalmente desconocido, y vivamos sólo por y para Él.
Sólo Cristo salvará este país.
Pastor Antonio Martín Salado