Nº 1.804 – 27 de Enero 2019
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” (Salmo 90:12)
¿Quién es sabio para vivir en el presente? ¿Quién es inteligente para disfrutar el momento? ¿Quién es sabio para mirar al frente, a lo que se tiene delante cada día? Jesús nos enseña a vivir el día a día sin afanarnos por el día siguiente… porque ¿quién sabe lo que ocurrirá mañana? El Señor sí lo sabe porque Él está fuera del tiempo y del espacio, en esa dimensión desconocida que llamamos “eternidad”. Y, al mismo tiempo, está con nosotros en cada instante de nuestro ser y estar. Por eso, debemos confiar y relajarnos ante la sabiduría de Dios y ante el regalo de una nueva jornada en esta tierra. Si somos observadores y miramos con atención a nuestro alrededor, y también a nosotros mismos, percibiremos atisbos de eternidad en nuestra cotidianidad. Y aunque, a veces, todos los días nos parezcan iguales, siempre podemos pararnos a conversar con el Eterno entrando en su terreno de otro mundo. Un mundo, un reino que no se parece prácticamente en nada a los reinos de este sistema. El reino de Jesús no es de este mundo… es otra cosa y es maravillosa. Las descripciones que encontramos en la Biblia del reino de los cielos, de la nueva Jerusalén y de la vida en la nueva tierra son muy, pero que muy esperanzadoras. Tanto que anhelamos que venga el Señor a buscarnos para deleitarnos todos en aquella eternidad distinta. ¡Venga tu reino! es el deseo ferviente de un corazón redimido por la sangre de Cristo… Un reino donde no matan a nadie, un reino donde nadie se muere de hambre o de enfermedad, un reino donde no se maltrata a los animales. Un reino donde no hay pozos desprotegidos para que caigan los niños. Un reino sin trampas, ni cartones, sin mentiras ni engaños… un reino verdadero, un reino en armonía ¡Cada día quiero disfrutar, aunque sea un pequeño anticipo, de ese reino tuyo Señor! ¡SÍ! ¡VENGA TU REINO!
Pastor Antonio Martín Salado