Nº 1.803 – 20 de enero 2019
“Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.” (Hechos 1:8)
Cuando Jesús pronunció estas palabras, justo antes de ascender al cielo, “lo último de la tierra” era España. Sabemos que el apóstol Pablo, siguiendo este mandamiento del Señor quiso llegar hasta “Finisterre”. Escribiendo a los cristianos que estaban en Roma, les dice: “cuando vaya a España, iré a vosotros; porque espero veros al pasar, y ser encaminado allá por vosotros, una vez que haya gozado con vosotros. Mas ahora voy a Jerusalén para ministrar a los santos. Porque Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una ofrenda para los pobres que hay entre los santos que están en Jerusalén. Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales. Así que, cuando haya concluido esto, y les haya entregado este fruto, pasaré entre vosotros rumbo a España.” (Romanos 15: 24-29)
No hay constancia a ciencia cierta de la llegada de Pablo a estas tierras de la península ibérica, pero él lo tenía claro: había que evangelizar este campo. Y nosotros estamos aquí y ahora, y es nuestra oportunidad y no la podemos dejar que pase. El Señor quiere que España sea evangelizada. Que todo lo llenemos con el evangelio de Jesucristo. Es tiempo de levantarnos y predicar a Cristo. Es el tiempo de España y de Europa. Ahora toca dar testimonio en el viejo continente. Así que habla y no calles y no tengas temor. Contamos con el Espíritu Santo, Poder de Dios y Sabiduría Divina para hacerlo con prontitud y perseverancia.
Nuestra Jerusalén sigue siendo Vallecas, y desde aquí llegaremos hasta donde el Señor quiera.
Un abrazo fraternal y beso santo.
Pastor Antonio Martín Salado