En mi puesto de guardia
El profeta Habacuc nos dice a nosotros hoy y nos da ejemplo a todos diciendo: Habacuc 2:1 y 2 “Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella.” Nuestra visión es conocer más y más a Cristo y darle a conocer a otros… No puede ser la iglesia un lugar donde sólo vengo a pedir favores a Dios (ese no puede ser nuestro fin, nuestro objetivo, sino afirmar nuestros pies en este redil, en esta familia de la fe, velar (orar) para ver lo que el Señor nos demanda a cada uno y responder al Señor con obediencia (para así dejar todos las quejas que tenemos los unos de los otros). Hermanos, España se divide y la división es siempre por causa del pecado. Una casa dividida contra sí misma no puede prevalecer (ha dicho Jesús). El trabajo del diablo es dividir para así vencer. Hemos de ser sabios para estar unidos y buscar la sanidad del Señor para esta tierra de España. Y esta salud de la tierra de los corazones, depende, en mucha medida, de la Iglesia de Cristo. La Palabra del Señor nos dice claramente en 2 Crónicas 7:14 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos: entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” Estas son palabras de Salomón en la dedicación de la Casa del Señor. La bendición vendrá, la visión se cumplirá. Contigo o sin ti, conmigo o sin mí. Eso depende exclusivamente de ti y de mí, de nosotros. Pero los planes del Señor no pueden ser estorbados por mucho tiempo. Cuando se cumple el tiempo del Señor, Él actúa y nada ni nadie puede detenerle. Queda poco tiempo. Estemos preparados para la Venida del Señor.
Aún es tiempo de arrepentirse, de darse la vuelta porque viene “el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres…” Rom 2:16
La bendición viene, ya está aquí aunque aún no podamos ver sus frutos, aunque todavía no percibamos una gran cosecha… pero ¡ya está aquí! ¡Cuidado! No lo estropeemos…
Hageo (Festivo) 2:18 y 19 “meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes (eso fue el domingo pasado) desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová (desde el día que se fundó esta congregación… ) Meditad, pues (meditemos) en nuestro corazón.”
Y toda meditación requiere una acción, un cambio que se tiene que dar en nosotros y con nosotros. Cambiemos hermanos lo que tengamos que cambiar. Seamos valientes porque el Señor ha prometido estar siempre con nosotros.
Amén