El hombre espiritual
El hombre espiritual no se mueve por intereses sino por su nuevo corazón. El hombre espiritual no es egoísta. El hombre espiritual busca el bien de todos los que le rodean. El hombre espiritual sufre cuando los demás sufren. El hombre espiritual no escatima el pedir perdón. El hombre espiritual escucha a los demás y reconoce sus propias faltas. El hombre espiritual no busca honores para sí. El hombre espiritual no deslumbra, sino que es luz para aclarar a los demás. El hombre espiritual no se sirve de los otros, sino que los sirve. El hombre espiritual ama siempre, aunque sea despreciado. El hombre espiritual no espera el saludo de los demás, sino que extiende su mano. El hombre espiritual busca la felicidad de todos y así encuentra la suya. El hombre espiritual no se siente “importante” porque sabe que todos somos importantes. El hombre espiritual teme a Dios y le obedece y sólo de Él depende. El hombre espiritual pide a Dios ser poseído por Él. El hombre espiritual quiere ser lleno de Dios para no tener ningún miedo. El hombre espiritual está siempre dispuesto a cambiar para mejorar. El hombre espiritual admite siembre la sabia corrección. El hombre espiritual anhela que todos los hombres caminen unidos. El hombre espiritual tiene a Jesús como modelo ¿Quieres parecerte a Él? El hombre espiritual… (aquí puedes continuar tú)