Nº 1.720 – 18 de Junio de 2017
Un principio para la vida y para todas nuestras gestiones es el llamado “KIS”, siglas con las que forma una palabra que nos recuerda el vocablo inglés “kiss”, “beso”.
Las tres letras corresponden a la frase “keep it simple”, cuyo significado es “mantenlo simple”, es decir, no compliquemos las cosas. Y recordemos que lo “simple” es lo que “no tiene doblez”.
Nuestro Señor Jesucristo nos ha revelado que es posible disfrutar de la vida “amando a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra mente, y a nuestro prójimo como nos amamos a nosotros mismos”.
¿Será difícil amar a Dios?
¿Será difícil amar a nuestro prójimo?
¿Será difícil amarnos a nosotros mismos?
El amor no sólo echa fuera todos los temores, sino que también apaga la llama de todos los conflictos.
El amor simplifica todas las áreas de nuestra vida. Y hay tres cosas que todos podemos hacer si estamos dispuestos a simplificar nuestra vida:
Primeramente, no nos afanemos. Pongamos manos a la obra, pero sabiendo que si hacemos lo que hemos de hacer, nuestro Señor suplirá todas nuestras necesidades. ¿Qué es lo que complica nuestra vida? ¿Qué emociones se disparan cuando sentimos que la vida se nos complica?
En segundo lugar, Seamos nosotros mismos. No transitemos por la vida tratando de ser quienes no somos. Como dijo John L. Mason: “Tú naciste original; no mueras como una copia”. ¿Qué te impide ser tú mismo? ¿A qué le temes?
En tercer lugar, deja el pasado atrás. No podremos alcanzar nuestro futuro si continuamos caminando y recordando las heridas y decepciones del pasado. ¿Qué necesitas hacer para soltar tu pasado? ¿Qué pasos vas a dar para alcanzar la belleza y la sencillez de la vida?
Hoy es el mejor día para comenzar a vivir de una manera sencilla, sin las complicaciones de los dobleces.
Hoy es el mejor día para comenzar a amar y caminar hacia tu destino.
Hoy es el mejor día para comenzar a vivir la vida al máximo. Y ese máximo y ese destino están en Dios.
Mucho amor.
Joaquín Yebra, pastor.