Rahab, la ramera

Publicado por Marta Pérez en

Josué 2: 1-21; 6:22-25

Introducción

¿Qué o cuál clase de pecado te parece peor? La respuesta no es fácil.  Quizás pensemos que el asesinato, por las consecuencias que tiene. Pero si pensamos en otros vemos que son tan malos como esté. La verdad es que el pecado en general es malo, y es muy difícil hacer una graduación de cual es más malo de ellos.

Sin embargo, los seres humanos si hacemos una escala con ellos, según su rechazo social también y esto nos sirve para establecer un castigo. También el código penal establece una serie de penas según la gravedad de los delitos y las circunstancias que lo rodean.  De esta manera la justicia intenta ser equitativa. 

Pero esto ocurre en los tribunales de la justicia humana, y en la sociedad. Cuando acudimos a la Biblia, no vemos esta escala con sus baremos. El pecado es pecado sin más, la misma gravedad tiene ser un mentiroso o un traidor, que un asesino, porque la Biblia no habla de actos humanos, sino de la condición espiritual.  De hecho “pecado” es un término bíblico, para nada humano.

Pero hoy vamos a considerar un pecado que para la sociedad tienen un gran rechazo, y lo ha tenido en todos los tiempos, hoy vamos a considerar a Rahab, la prostituta, y queremos ver que nos puede enseñar hoy en día una mujer que era repudiada por sus semejantes por su condición de pecado….

¿Qué nos puede enseñar a nosotros una ramera, una prostituta?  Pues esperemos que una vez mas la Palabra nos ilumine y nos enseñe.

1.- La historia de Rahab.

Lo primero que vamos a hacer es conocer quién era Rahab, y para esto tenemos que conocer su historia, que hemos leído en el libro de Josué

-Su nombre aparece por primera vez relacionado con la conquista de la Tierra prometida: el pueblo de Dios tiene entrar en una de las grandes ciudades, Jericó. Esta ciudad aún hoy está en boca de muchos por el conflicto que hay entre Israel y Palestina, si buscas en las noticias veras como se libran guerras de guerrillas, y como la población civil hoy está sufriendo la enemistad que viene de la antigüedad.

– Josué es ahora el dirigente de Israel, y envía espías para conocer desde dentro la ciudad, sus defensas, sus hombres y sobre todo el ambiente que se está viviendo allí.

– Los espías disfrazados entran en la ciudad y se esconden en el mejor de los escondites, la casa de una prostituta, donde seguro muchos hombres entran y salen sin querer ser vistos y sin poner mucha atención unos a otros.

-Sin embargo, son descubiertos y las autoridades van a apresarlos.

Y aquí comienza a historia de Rahab…

  • Esta mujer con grave peligro para su vida esconde a los espías en el tejado de su casa, entre el lino.
  • Cuando llegan los guardias les da pistas falsas y los manda por otro camino.
  • Pacta con los espías un plan… Ella, como toda la ciudad de Jericó había escuchado quien era Israel, y lo más importante quien era el Dios que estaba y peleaba con ellos. Así que establece un acuerdo para sobrevivir cuando el ejército de Israel entre a conquistar la ciudad.
  • Además, acuerdan una señal que tendrá un doble sentido, un cordón de grana, (para que se vea bien): por un lado los dos espías bajaran por este desde la ventana, y por otro será señal al ejército de que esa casa será respetada junto con sus habitantes de ser destruida cuando asalten la ciudad. Eso sí, nadie podrá salir de esa casa, si eso no se respeta, el acuerdo queda roto.

Esta es a grandes rasgos la historia de Rahab… pero no queda aquí, su acción tuvo un significado mucho más profundo y que la Biblia nos advierte…

2.- Rahab, la heroína

Según hemos leído en el capitulo 6 de Josué, esté cumplió con su parte de plan y salvó a Rahab y a su familia.  Y esta mujer con condiciones de vida nada ejemplares, se convirtió en la heroína del pueblo de Israel.

  1. Dice el v. 25: “…y habitó entre los israelitas hasta hoy.” Un pueblo que estaba haciendo una limpieza de gentes paganas, de costumbres nada aconsejables y con prácticas que eran abominaciones a los ojos de Dios, permiten que viviese entre ellos una mujer prostituta, además extranjera, y que participaba en la vida y costumbres de un pueblo gentil… Razones poderosas habría para esto…
  • En segundo lugar, esta mujer está a la altura de Ester o de María, y esto lo conocemos muchos años después…cuando ahora consultamos la genealogía de Jesús, en Mateo 1 y vemos que de las 42 generaciones del Señor solamente se citan 4 mujeres: Tamar, Rahab, Rut, y Betsabé (a esta última ni se la nombra, sino que se hace referencia a quien fue su marido Urías. Mt 1:6: “…y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías”).
  • De estas cuatro, dos eran extrajeras: Rut y Rahab, una de ellas prostituta. Otra se hace pasar por ello para conseguir sus deseos, Tamar (quien se acuesta con su propio suegro para quedar embarazada). Y Betsabé traiciona a su propio marido por cumplir los deseos del rey. Ninguna de ellas con vidas maravillosas, pero sin embargo Dios quiso que formases parte de los ascendientes del Mesías… ¡¡por algo será!!

3.- La fe de Rahab

Sus vidas no son de libro, pero sin embargo la Biblia nos habla de Rahab como una heroína de la fe y no porque hiciera una gran acción…

2 libros del NT nos mencionan a Rahab: Hebreos y Santiago.

  • Hebreos 11:31: “Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes porque recibió a los espías en paz.” Para el autor de Hebreos la verdadera hazaña de Rahab fue tener fe y creer la palabra de los espías enviados desde el campamento judío.  Esta fe que puso en peligro su vida y la de toda su familia…pero que sin embargo salió victoriosa:
  • Creyó a unos hombres que iban a invadir su país.
  • Aceptó la palabra de dos espías sin ninguna garantía
  • Se puso en contra de todo su pueblo
  • Confió en que su vida y la de su familia sería salva aún en medio de la guerra, donde aquel ejercito iba a saquear, matar y hacer limpieza de todo aquel que no fuera del pueblo de Israel.
  • Santiago 2:25 dice: “Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
  • Para Santiago, Rahab es un ejemplo de fe en acción, o mejor un ejemplo de una fe que obra en consecuencia.
  • Una mujer que obró de acuerdo con el plan que había establecido con los espías y lo hizo pensando con rapidez, sin medias tintas, y con decisión.
  • Escondió al enemigo y lo hizo en su propia casa, les ayudó a huir sin ser vistos y les dio instrucciones de como debían actuar…

Una fe que tuvo como fruto unas obras concretas…obras que le llevaron a ser canal de la voluntad de Dios.

4.- La enseñanza de Rahab

Y que nos enseña a nosotros esta mujer, y su fe:

  1. Una mujer valiente: Su acción con los espías muestra su decisión y su valentía fuera de lo común.
  2. Una mujer con visión: Rahab conoce la condición de su pueblo, y sabe lo que Dios ha hecho por medio de Israel a otros pueblos, como abrió el mar, y los libró del Faraón. Ante lo que tiene delante de ella, la muerte y lo que podrá tener, decide salvar su vida.
  3. Una mujer con recursos: Rahab vivió entre el pueblo de Israel, pero su situación, seguro no era fácil, era una prostituta, y seguro que algunos la mirarán mal, la juzgarían. Sin embargo, ella supo superar su condición y su mala fama hasta que el pueblo la aceptó. Rahab pudo demostrar que su situación social fue una circunstancia en la vida, y que cuando esas circunstancias cambiaron, su vida también cambió… 

Y la prueba de esto es que se integró en el pueblo y llegó a ser una pieza clave en los planes de Dios… ¿Y cómo fue esto?  Pues se casa con un principal de la tribu de Judá: Salmón, del cual no conocemos nada, solo su nombre y que era hijo de un príncipe de Judá: Naasón (1ª Cro 2:10) y de este matrimonio nace Booz, que se casa con Rut, la moabita, y nace Obed quien fue padre de Isaí, e Isaí padre de David.  Por esto Rahab aparece como ascendiente en la genealogía del Señor Jesús (Mat 1:4).

Conclusión

¿Qué enseñanza espiritual sacamos de toda esta historia? ¿De cómo Dios tomó como instrumento para sus planes a una mujer prostituta? ¿Acaso no había otras mujeres de buen nombre, mujeres con mejor reputación para aquella labor?

Es verdad que Rahab fue una prostituta en un tiempo en su ciudad, en Jericó, y nadie, ni la Biblia, trata de ocultarlo, ni poner paños calientes.

¿Pero que es una prostituta? Una pecadora… ni más ni menos que ninguno de los hombres o mujeres que Dios usó en la antigüedad y sigue usando hasta hoy.  Ni más ni menos que tú y que yo, hombres y mujeres pecadores por los que Dios entregó a su hijo a morir en aquella cruz.

Y aquí es donde hay una distinción entre la evaluación que hace el mundo y la que hace Dios acerca de los pecados.

Para Dios todos somos pecadores, todos estábamos muertos en nuestros delitos y pecados. Para él no hay pecadores buenos o pecadores malos.

El mundo, nosotros, si hacemos distinciones como este es un “sinvergüenza respetable”, y este es un pobre diablo negro y extranjero.  Este es un ladrón de guante blanco, que se hace rico con robando el salario de los trabajadores o  de los impuestos, y este es un desgraciado que ha caído en un pozo del que nadie le ayudará a salir, al que miramos por encima del hombro.

Pero todas las circunstancias Dios las pondrá un día en su lugar, y el pecador sea quien sea, si no ha sido redimido por la gracia de Dios, no podrá levantar la cabeza del suelo… seamos quien seamos, estemos donde estemos.

Solamente la gracia y la misericordia de Dios nos puede rescatar de esta situación de pecado. Solamente cuando reconocemos que somos pecadores y que hagamos lo que hagamos estamos fuera de la gracia de Dios, solo cuando reconocemos que Dios en su amor perfecto ha entregado a su hijo por cada uno de nosotros, por ti y por mí, solo cuando le entregamos nuestras vidas para ser limpiadas de pecado y le reconocemos como salvador y Señor, solo entonces, podemos entrar a otra dimensión,  a otra condición, a la condición de ser perdonados, de ser hechos hijos de Dios con todos los derechos que tiene un hijo.

Hermano reconoce que no mereces nada, que seas lo que seas, si no te has arrepentido y entregado tu vida a Dios, sigues en tus pecados, y nada puedes hacer para salir de tu condición. 

Por eso te invito a que esta mañana entregues toda tu vida a Cristo, que te rindas a él y que reconozcas que sin él no somos nada.

¿Estás dispuesto/a?

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