Nº 1.956 – 26 de Diciembre de 2021
La semana que viene se termina el 2021. Otro año cargado de dificultades y circunstancias adversas, sobre todo por el Covid. Gracias al Señor hemos podido completarlo y celebrar esta Navidad recordando la venida del Verbo en carne al mundo, aunque con bastantes ausencias a causa del virus. Todos estamos lógicamente algo cansados y estresados por esta pandemia que parece interminable. Pero la buena noticia es que la pandemia pasará. Un virólogo muy renombrado ha declarado que ya le quedan pocos trucos a este virus y que el final se acerca. Es muy probable que el Covid 19 quede como una “especie” de gripe si nos seguimos vacunando, de modo que ya no nos cause tanto peligro. Pero es muy importante que sigamos ahora con las medidas de protección para que pronto podamos abandonar la mascarilla definitivamente. Todas estas pruebas nos hacen más sabios y fuertes si aprendemos las lecciones que llevan intrínsecas.
Primeramente, nos enseña que los cristianos somos como los demás mortales. El hecho de seguir al Señor Jesucristo no implica la inmortalidad en este mundo sino en el venidero. Si no nos cuidamos, si no mantenemos nuestro cuerpo saludable, podemos morir prematuramente. Espero que en el año 2022 si el Señor nos lo concede, seamos todos más maduros y estemos en condiciones de recibir más alimento sólido que tiene nuestro Dios para alimentarlos. Estoy seguro de que el Espíritu avivará a los que permanezcamos firmes, fieles y valientes esperando la 2ª Venida de Cristo porque pase lo que pase, estaremos unidos a Él y los unos a los otros (única manera de soportar todo lo que en este mundo nos venga por delante). Adiós a 2021 y feliz 2022. Muchas bendiciones.
Pastor Antonio Martín Salado