Nº 1.936 – 8 de Agosto de 2021
«¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.»
Salmos 73:25-26
No existe nada más normal que pasar por momentos donde las fuerzas faltan y los ánimos están al límite. Nuestra voluntad humana puede estar en la cumbre de la montaña pero también puede llegar al abismo más profundo donde no se ve salida. No es lo mismo enfrentarse a estos estados desde la soledad que desde la compañía. El que confía en el Señor sabe que está sostenido en las épocas más duras por Su Salvador. Todo en esta vida es pasajero. Ninguna situación dura para siempre. Todo cambia, nosotros cambiamos, pero el Señor es la Roca Eterna, el cimiento que nos sustenta, pase lo que pase. Cuando te sientas acabado en ese día malo, recuerda que el Señor está a tu lado. Pídele socorro y obedece a Su voz que te centra. El enemigo te mentirá siempre y en el mal dia intentará que creas que todo se acaba. No es cierto, sólo el Señor empieza y termina en sus criaturas. Mira a Jesús en la cruz. Él murió pero resucitó. Aún la muerte tiene solución en Cristo Jesús. Respira hondo y sigue adelante despacio. Él Espíritu Santo está para ayudarte. Feliz verano.
Pastor Antonio Martín Salado