Nº 1.923 – 9 de Mayo de 2021
Proverbios – RVR1960
31:1 Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
31:2 ¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre? ¿Y qué, hijo de mis deseos?
31:3 No des a las mujeres tu fuerza, Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
31:4 No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, Ni de los príncipes la sidra;
31:5 No sea que bebiendo olviden la ley, Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
31:6 Dad la sidra al desfallecido, Y el vino a los de amargado ánimo.
31:7 Beban, y olvídense de su necesidad, Y de su miseria no se acuerden más.
31:8 Abre tu boca por el mudo En el juicio de todos los desvalidos.
31:9 Abre tu boca, juzga con justicia, Y defiende la causa del pobre y del menesteroso. Elogio de la mujer virtuosa
31:10 Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
31:11 El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.
31:12 Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
31:13 Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos.
31:14 Es como nave de mercader; Trae su pan de lejos.
31:15 Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas.
31:16 Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos.
31:17 Ciñe de fuerza sus lomos, Y esfuerza sus brazos.
31:18 Ve que van bien sus negocios; Su lámpara no se apaga de noche.
31:19 Aplica su mano al huso, Y sus manos a la rueca.
31:20 Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso.
31:21 No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles.
31:22 Ella se hace tapices; De lino fino y púrpura es su vestido.
31:23 Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
31:24 Hace telas, y vende, Y da cintas al mercader.
31:25 Fuerza y honor son su vestidura; Y se ríe de lo por venir.
31:26 Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.
31:27 Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde.
31:28 Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:
31:29 Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas.
31:30 Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; La mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31:31 Dadle del fruto de sus manos, Y alábenla en las puertas sus hechos.