Nº 1.906 – 10 de Enero de 2021
«Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.» (Isaías 55:10 y 11)
El refrán popular recoge esta enseñanza cuando nos dice que un año de nieves es un año de bienes.
La nieve riega la tierra y la hace germinar y producir. Y la Palabra del Señor ¿qué hará germinar y producir en los corazones? Pues provocará el arrepentimiento, la conversión y el perdón: «Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase al Señor, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.» (Isaías 55:7)
¿Qué es la impiedad? No ver al necesitado. ¿Qué es la iniquidad? Provocar la injusticia. ¡Cuanto arrepentimiento hace falta en esta tierra de España! La buena noticia es que el Señor parece estar dispuesto a hacerlo. Quiere que Su Palabra abunde y cale en lo profundo de las mentes españolas. Pasará el invierno, se irá la nieve y la lluvia. Llegará la primavera y los brotes estarán ahí. El Espíritu Santo realizará Su labor de convencer.
Las iglesias se van a llenar de gente. Las conversiones genuinas van a multiplicarse. Este es el anuncio del Señor.
Estemos preparados y cada uno en su puesto porque va a haber mucha labor.
¡Feliz invierno! ¡Predica a todos!
Antonio Martín Salado, pastor