¡La Voz de mi Amado!
Texto base: Cantares 2:8-14
(vv.8 y 9) ¡La Voz de mi Amado! ¡Ya viene, saltando sobre los montes, brincando por los collados! Semejante a una gacela es mi Amado: como un joven cervatillo. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías!
La voz de nuestro Amado Señor se escucha por doquier. El Dios que es la Palabra, el Verbo, no está callado. El Espíritu Santo sigue hablándonos como en los días de los Hechos de los apóstoles, porque estamos en la dispensación del Espíritu hasta el día de la 2ª Venida de Cristo.
¡El Señor viene pronto! Podemos oír y ver su anuncio, Su cercanía, si salimos a los montes y a los collados. Su Creación también anuncia la proximidad de su llegada…
El Señor nos vigila y mira detrás de esta “pared” o apariencia (a Él no le podemos engañar), clava sus ojos en los nuestros y observa el interior… Él penetra con su mirada hasta lo más profundo aunque hayamos puesto una valla bien alta o tupida de seto. El Señor nos anhela celosamente, el Espíritu con ardor nos quiere poseer para sí.
Nos mira el Señor desde Su santo monte, desde el santuario celestial… mira nuestra cámara para ver si le somos fieles o hemos introducido otros amores en su lugar… Se desvela y nos desvela para que le busquemos y nos corrijamos en los que es de corregir, porque su paso se acerca apresuradamente.
Aún es el tiempo de la Gracia, hoy es el día de Salvación, hoy tienes que dejarte sanar con la salud de Cristo porque los días son malos y peligrosos… No hagas velar al Señor, no dejes que el que es Amor pase de largo sin que le abras la puerta de tu ser…
(v.10-12) “Habló mi Amado, y me dijo: ¡Amada mía, hermosa mía, levántate y ven! Ya ha pasado el invierno, la lluvia ha cesado y se fue; han brotado las flores en la tierra, ha venido el tiempo de la canción y se oye el arrullo de la tórtola en nuestro país.”
Hermanos amados, se ha cumplido nuestro tiempo de cantar… La lluvia dejará ya pronto de caer, el invierno se termina pronto, y la abundante nieve y lluvia hará que la Cosecha sea abundante…. Tanta humedad ablanda el suelo para que la semilla pueda penetrar y germinará con fuerza y la tierra tan regada será muy fértil. Ciertamente, el Señor me habló diciendo que así será Su Palabra que sale de Su boca, no volverá a Él vacía, sino que dará abundante fruto y será prosperada en la tierra de los corazones de los hombres que aquí estamos. Mucha agua y mucha nieve… mucha Palabra de Dios… mucha lluvia del Espíritu Santo!! Tenía que llover a cántaros y ya lo está haciendo!! La Palabra del Señor derramada en muchos corazones va a germinar muy pronto con una eficacia y un poder inusitado.
Viene una generación de niños y de jóvenes que van a tener una Unción poderosísima… Vamos a ver a niños y niñas orar por los enfermos y ser sanados… Vamos a ver a jóvenes y jovencitas que responden al llamamiento del Señor y quieren ser misioneros y misioneras, pastores y pastoras, evangelistas y maestros y maestras, profetas y profetisas…
El Señor está levantando una nueva generación que puede que sea la última de grandes siervos y siervas de Dios… Así que niño y niña, joven y jovencita, el Señor te dice hoy: “Hazme oír tu voz, porque tu voz es dulce y hermoso tu aspecto.”( v. 14) Joven, muestra tu rostro al Señor, no te escondas… ponte frente a frente ante tu Dios y Salvador porque Él hará maravillas contigo hoy, y mañana más aún. Amén!
Se prepara una gran cosecha de almas en este país y ni tú ni yo nos podemos quedar fuera de este mover de Dios para España y para Europa.
Vamos a ver brotar “pequeñas flores” que auguran un gran desarrollo del Evangelio de Cristo en España. Se acabó el lamentarse y comienza:
“El Tiempo de la Canción”. Ha venido esta dispensación, este Kairós de Dios, este cumplimiento del tiempo de parte del calendario del Señor. Ahora es el tiempo de segar lo que otros sembraron, con muchas lágrimas y sufrimientos, con caminar pesado y lloroso, ahora volveremos como del cautiverio con nuestra boca llena de risa, soñando y viendo nuestro sueño de Dios hecho realidad. Con gran alegría recogeremos y meceremos nuestras primeras espigas cargadas de grano.
La Voz de la Paloma Celestial, el arrullo del Espíritu Santo se está escuchando en nuestro país, cortejando los corazones porque ha llegado el tiempo definitivo para esta nación. (El Espíritu Santo va a enamorar a los españoles y a todos los que habitan en esta nación).
ASÍ QUE PREDICA EL EVANGELIO Y DA BUEN TESTIMONIO porque las iglesias se van a llenar de gente, paulatinamente al principio, pero cada vez con mayor intensidad. Vamos a necesitar muchos obreros y obreras que ya el Señor está llamando, ¿vas a responder afirmativamente?
Dios está levantando una nueva generación de jóvenes comprometidos completamente con Cristo.
El Tiempo de la Canción, también puede traducirse como el Tiempo de la Poda. Hay que quitar lo viejo para dar paso a lo nuevo. Tenemos que quitarnos las ramas ya viejas y secas, para que afloren nuevos brotes verdes que se conviertan en nuevas ramas que se dirijan en direcciones diferentes, según marque el Señor nuevas sendas y caminos en el mar y en la tierra: RENOVACIÓN. ¡Sacúdete lo viejo y obsoleto en ti y permite que Dios ponga nuevas cosas en ti hermana y hermano!
El Señor tiene nuevos proyectos, nuevos lugares donde predicar el Evangelio, nuevos puertos a los que llevar Su Voz como voceros de Jesús.
(v. 13) “Ya la higuera ha dado sus higos y las vides en cierne su olor” Huele a Cristo hermanos, huele a despertamiento, huele a nuevos comienzos, huele a potencia del Señor…
El Señor tiene ya preparado el VINO NUEVO, y también tiene una generación nueva (odres nuevos) Y Dios no se repite. El despertamiento o avivamiento (revival: resurrección de los tiempos primeros de la iglesia… “como al principio”) que llegó hace ya muchos años en América o en África… está por llegar pronto a España y a Europa, porque así le ha placido al Señor!! Y tenemos la oportunidad única de participar en ello.
¡Iglesia amada mía, hermosa mía (dice el Señor) levántate y ven!
Déjate amar por el Señor, muy amada, hermano y hermana, déjate amar por el Señor y se acabará de perdonar la ofensa, se apartará y se olvidará, porque “¡La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa!” (Proverbios 19:11). Que otros hemos pasado muchas ofensas por alto, las hemos olvidado, porque el que perdona olvida… ¡Cuántas veces el cristiano tiene que poner la otra mejilla como Su Señor le ha enseñado! Quizás tú tienes otro evangelio… Pero éste es el mío (como dice Pablo).
Los hijos y las hijas de Dios vamos pasando por los pueblos anunciando el evangelio y sanando por todas partes, ¡Déjate sanar! Si no, ¿qué evangelio tienes que predicar? ¿Qué buena noticia si estás amargado/a? Perdona a quien tengas que perdonar.
Hermanos amados, la perspectiva de Jesús es hoy como ayer: “Los campos están blancos para la siega” (Juan 4:35).
En aquel tiempo hubo una gran cosecha comenzando en aquel día de Pentecostés, y ahora también se acerca el tiempo de la lluvia tardía y de otra grandísima cosecha!! No te quedes fuera!! Sé grano desnudo y muere hoy a tu vida vieja para renacer a la nueva!!
¿Alguien quiere hoy entregar la tierra de su corazón a Cristo para que la riegue y la haga germinar?
¿¿Cuántos van a ser misioneros y misioneras, pastores y pastoras, evangelistas, maestros y maestras, profetas y profetisas??
Iglesia: Jesús dijo: “Como mi Padre me ha enviado al mundo, yo también os he enviado al mundo” (Juan17:18)
Iglesia: El SEÑOR NOS HA ENVIADO AHÍ FUERA, AL MUNDO, SEAMOS LUZ DEL MUNDO.
AMÉN!!
P.D. La Voz de la Tórtola dice que el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído Su Voz: UNA GRAN COSECHA!! TIEMPO DE COSECHA PARA LA FAMILIA EBEN EZER!!
(Recuerda que sólo por el Espíritu Santo llegamos a conocer a Cristo. Las Escrituras dan testimonio de Él, pero no podemos dejar de lado la UNCIÓN para conocerle y entenderle mejor. El Espíritu escudriña lo más profundo de Dios y lo derrama en nuestras mentes. Amén.)
Cantares 2:14 (leer) y comentar: “Pequeñas iglesias en bajos y sótanos de altos edificios de las urbes…” No os escondáis del Señor, dejaos enamorar por Él.