Año 2011
Nº 1407– 29 de Mayo de 2011
Jesús dijo que Abraham vio su día, y se regocijó grandemente. Y partiendo de ese principio, podemos afirmar que Jesús vio tu día y mi día, y también se regocijó grandemente. Esto es difícil de explicar en nuestro tiempo y con nuestros paradigmas verbales, que, naturalmente, responden a nuestra cultura Leer más…